A mediados del siglo XIX los filósofos Marx y Engels sintetizaron sus planteamientos acerca del devenir histórico en una serie de obras, entre ellas La Ideología alemana (1846) donde establecieron las bases del materialismo histórico: “[…]En consecuencia, el primer hecho de la historia del hombre -y hecho que debe cumplirse cada día y cada hora, hoy como hace siglos- estriba en producir los medios con qué sostener su vida material.”
Es así
que la principal categoría de análisis histórico es el modo de producción. A un
modo de producción le corresponden determinadas fuerzas productivas en
interacción con las relaciones sociales, siendo esta la base sobre la cual se
erigen las instituciones políticas, jurídicas, educativas y culturales en una
determinada sociedad.
A lo
largo de la historia humana se han sucedido diferentes modos de producción:
La comunidad primitiva
El esclavismo
El feudalismo fue el modo de producción
sustentado en la propiedad sobre la tierra y la mano de obra servil semi libre,
así como la existencia de relaciones de vasallaje y divinización de las
autoridades gubernamentales (por ejemplo; la autoridad papal medieval y los monarcas
absolutistas modernos). El feudalismo más estudiado en el curso de
Historia es el desarrollado en Europa, ya que sus patrones económicos y
culturales fueron implantados en América desde el siglo XVI. En el siglo XVIII
y XIX al ritmo de las revoluciones burguesas fue desmoronándose en Europa,
mientras que en otras partes del mundo subsistió hasta gran parte del siglo XX,
siendo un caso el proceso peruano.
El capitalismo significa la predominancia
de las relaciones salariales y libertad de la mano de obra, el sustento
productivo-transformador es la gran industria y su elemento básico es la
mercancía. La clase dominante es la burguesía y la clase productora es el
proletariado, carente de algún medio de producción y que cuenta con una
mercancía fundamental: su fuerza de trabajo. Hoy en día se desenvuelve en su fase agónica
imperialista y es llamada por los centros de poder como “Globalización”.
El socialismo es la conquista del poder
político por el proletariado organizado y las clases populares, es decir la
construcción de un nuevo Estado. Desde allí se socializan los medios de
producción y la riqueza. La abolición de la explotación humana es su finalidad,
por ello la necesidad de barrer y superar al sistema capitalista. Este modo de
producción se desenvolvió en la ex Unión Soviética a partir de la Revolución de
octubre de 1917 y en China desde 1949 principalmente, asimismo otros procesos
revolucionarios a nivel mundial se inspiraron de sus ideales.
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